Según la ONU, en las naciones de bajos ingresos sólo se trata un 8% de las aguas residuales domésticas e industriales, un porcentaje muy pequeño comparado con el de los países desarrollados, donde un 70% de esas aguas son sometidas a tratamiento. La contaminación con agentes patógenos procedentes de los excrementos humanos y animales afecta a casi un tercio de los cursos fluviales de América Latina, África y Asia, y pone en peligro la vida de millones de personas. Esto contribuye a la propagación de enfermedades tropicales como el cólera y el dengue. Debido a su contenido orgánico la ONU exhorta a reutilizar las aguas residuales como fertilizantes a nivel agrícola. El curso tiene como objetivo que los participantes logren diseñar y evaluar sistemas de tratamiento de aguas residuales usando criterios estandarizados.